-Manuel Rivas, El lápiz del carptintero
-Jan Morris, Manhattan 45
-Dolores Redondo, Todo esto te daré
-Ralf Rothmann, Morir en primavera
-David Foenkinos, Lennon
-Amos Oz, La caja negra
-Fátima Mernissi, Sueños en el umbral
-Felix Isaac, Feliz final
-Stephan Zweig, Carta de una desconocida,
-Elisa Victoria. Vozdevieja
CLUB DEL COMIC, de Montequinto
-Paco Roca, Arrugas y Los surcos del destino
CLUB LAS COLUMNAS
-Octavio Paz, El laberinto de la soledad
-Victor Hugo, Los miserables
-Juan Valera, Juanita la Larga
-Fernando Aramburu, Patria
-José Mª Beneyto, Los elementos del mundo
-Fátima Mernissi, Sueños en el umbral
-Laura Restrepo, Leopardos al sol
-Cristina Fernández Cubas, la habitación de Nona
-Stendalh, La cartuja de Parma
Jan Morris, Manhattan 45
Desde su épico comienzo, magníficamente descrito, del momento de la vuelta a casa del primer destacamento de soldados norteamericanos victoriosos tras la Segunda Guerra Mundial, el libro avanza con un estudio bien estructurado en capítulos que recorren aspectos muy variados de la ciudad.
La descripción de sus distintos barrios sirve para hacer un recorrido por la historia de su arquitectura, de sus gentes, de su multiculturalidad, de oficios y de personajes relevantes. Artistas, barrios y clubs de moda, jazz, lugares únicos y pintorescos de esta ciudad que late y mueve vida por todo su perímetro.
Ya sabemos que todo momento de auge lleva implícito el comienzo de su decadencia, y así lo reconoce esta autora que, no obstante, sabe sacar siempre unas notas de autenticidad en la ciudad y sus gentes. Eso es lo que podemos encontrar en esta obra.
Disfrutemos, pues, de su homenaje.
Natalia Gómez Martín
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Romance de la luna luna
Romance de la luna luna
La luna vino
a la fragua
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.
con su polisón de nardos.
El niño la mira mira.
El niño la está mirando.
En el aire conmovido
mueve la luna sus brazos
y enseña, lúbrica y pura,
sus senos de duro estaño.
Huye luna, luna, luna.
Si vinieran los gitanos,
harían con tu corazón
collares y anillos blancos.
Niño déjame que baile.
Cuando vengan los gitanos,
te encontrarán sobre el yunque
con los ojillos cerrados.
Huye luna, luna, luna,
que ya siento sus caballos.
Niño déjame, no pises,
mi blancor almidonado.
El jinete se acercaba
tocando el tambor del llano.
Dentro de la fragua el niño,
tiene los ojos cerrados.
Por el olivar venían,
bronce y sueño, los gitanos.
Las cabezas levantadas
y los ojos entornados.
¡Cómo canta la zumaya,
ay como canta en el árbol!
Por el cielo va la luna
con el niño de la mano.
Dentro de la fragua lloran,
dando gritos, los gitanos.
El aire la vela, vela.
el aire la está velando.
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Este romance habla de cómo un niño contempla a la luna
reflejada en un estanque. Se siente atraído por ella y quiere cogerla. La luna
le advierte que no lo haga, que se vaya. Pero el niño no le hace caso e
hipnotizado por su reflejo entra en el agua. Poco más tarde los gitanos,
apenados encuentran en la fragua al niño ahogado.
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CLUB DE LECTURA, LAS COLUMNAS
Virginia Woolf, Al faro
¿Qué acción o acciones tienen lugar en esta obra para ser considerada una de las mejores de su autora junto con La señora Dalloway? Unas visitas, alguna salida, unas relaciones conyugales, y la continua promesa a los niños de visitar el faro en cuanto mejore el tiempo. No está en los sucesos lo admirable de esta obra sino en la capacidad de mostrar el instante, el momento inigualable, a través del pensamiento de sus personajes, sobre todo del de la madre, esposa y anfitriona presente siempre en el entorno, aún en su ausencia. El paso del tiempo constituye en sí otro personaje que continuamente nos lleva al día que no pudo visitarse el faro a causa de las ventiscas y que una vez cumplido, ya pasados los años, sabe a poco, tras la ausencia del personaje femenino principal.
Arnold Bennett, Enterrado en vida
Si uno quiere disfrutar de la
ironía del auténtico sentido del humor inglés no puede dejar de leer esta
entretenida obra Arnold Bennett. En ella, un famoso, rico y peculiar pintor,
introvertido y tímido, aprovecha un malentendido para intercambiar su nombre
con el de su criado y así pasar desapercibido ante los demás. La contemplación
del mundo, sin la mediación que antes hacía a través de su criado, resulta inesperada
e interesante. El humor guía las peripecias de nuestro protagonista dejando
translucir, no obstante, de forma divertida una leve crítica a distintos
aspectos de la sociedad inglesa (a la iglesia, al mundo del arte, a los
intereses familiares, ...).
No se puede dejar de sonreír al
pensar cómo el autor de esta obra, periodista, cronista y prolífico autor de
los más variados estilos, entró en controversia con el selecto grupo de
Bloomsbury, y más directamente con Virginia Woolf, quien le criticaba que los
lectores no llegaban a conocer el pensamiento profundo de sus personajes, lo
que realmente les impulsaba a actuar. Esto nos sirve, sobre todo, para
agradecer las distintas visiones que pueden tenerse de la literatura, y poder
disfrutar de todas ellas.
"En los días en que la New Gallery
era todavía nueva se expuso allí un cuadro firmado con el desconocido nombre de
Priam Farll, que despertó un interés tal que, durante varios meses, no hubo
conversación entre personas cultas que se pudiera considerar completa sin que
se hiciera alguna referencia al mencionado cuadro. Que el artista era
positivamente un gran pintor, todo el mundo lo admitía; la única duda que había
que resolver era si se trataba del pintor más grande que había existido jamás,
o, sencillamente, del pintor más grande de la historia después de Velázquez.
Puede que las personas cultas hubieran seguido discutiendo ese punto tan
interesante hasta nuestros días si no se hubiera filtrado que la Royal Academy
se había negado a adquirir el cuadro. El público culto de Londres cesó al punto
en su contienda y por unanimidad cayó sobre la Royal Academy, juzgándola como
una institución que no tenía ni razón ni derecho a existir. El asunto llegó al
Parlamento y ocupó durante exactamente tres minutos la atención de la
legislatura imperial. Desde luego, la Royal Academy no podía excusarse en que
el lienzo le había pasado desapercibido, pues sus dimensiones eran de siete
pies por cinco. Representaba a un policía, a un simple policía, retratado a
tamaño natural; y aquel no era solamente el retrato más sorprendente que
pudiera imaginarse, sino que era la primera aparición de un policía en las
bellas artes. Los criminales, se decía, huían instintivamente con solo avizorar
aquella pintura."
Arnold Bennett, Enterrado en vida
CLUB DE LECTURA LAS COLUMNAS
Laura Restrepo, Leopardo al sol
La violencia en la sociedad colombiana es la gran protagonista de esta novela de la autora colombiana Laura Restrepo. Un incidente casual entre dos miembros de una misma familia sume el destino de cada bando en un futuro donde permanecerán indefectiblemente condenados a una vida de violencia. Ni Nando Barragán, ni Mani Monsalves, con su intento de integración, por amor, en una sociedad que le acepte, escaparán a un final escrito por el destino desde el principio de la obra. La vida del narco, sus excesos, sus venganzas, la muerte continua, el poco valor de la vida, quedan perfectamente reflejados en esta obra donde también pueden apreciarse elementos del realismo mágico.
Si algo debe destacarse especialmente de esta obra es, sin duda, la técnica narrativa. Los hechos están contados desde el futuro, una vez ya acaecidos, hasta el pasado, desde múltiples voces narrativas: voces del pueblo, voces que transmiten desde su oralidad testimonios en ocasiones inciertos o enfrentados.
La obra, fruto de la investigación llevada a cabo por la autora tras la muerte de varios capos del narcotráfico, hace gala de un estilo periodístico ágil y rápido que facilita en gran medida su lectura.
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CLUB DE LECTURA LAS COLUMNAS
Evelyn Waugh, Retorno a Brideshead
El choque entre una sociedad aristocrática poscolonial y decadente con el practicismo y crudeza de una época en pleno conflicto bélico sirve de marco a Waugh para mostrar una historia en la que la conversión religiosa –sufrida por el propio autor algo más de una década antes de la publicación de la novela- pretendía ser el valor principal de ésta. Sin embargo, si esta fue su intención primera, los personajes que la protagonizan, como el inolvidable y cautivador Sebastian, el mismo protagonista narrador, Charles Ryder, la vida de ambos en Oxford, el oasis paradisíaco de Brideshead, los viajes por Venecia, Argel, América, y toda una galería de personajes peculiares presentados a lo largo de la obra, superan con mucho este intención religiosa, bastante desdibujada en su final, y permiten disfrutarla en toda su plenitud. Apuntemos, por ejemplo, a su lenguaje reconocidamente inglés, a sus complejas fórmula de cortesía, a su aparente desapasionamiento y a su sentido irónico. Lectura muy recomendable
Si uno quiere completar el universo descrito por Waugh en esta obra puede hacerlo en la magnífica serie realizada para la televisión dirigida por Charles Surridge y Michael Lindsay-Hogg y protagonizada por Jeremy Irons y Anthony
Andrews. Resiste incluso el paso del tiempo.
Andrews. Resiste incluso el paso del tiempo.
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